Lectura empedernida, desde joven se sintió fascinada por otras
culturas. En 1978 viajó a Arabia Saudí, donde trabajó durante una temporada
como coordinadora administrativa en un hospital. Se casó con un ciudadano
británico y realizó numerosos viajes por Oriente Medio, Asia y Europa. En 1983
conoció a una princesa saudí, cuya apasionante y dolorosa historia reflejo en
la saga de Sultana, que constituye un
retrato descarnado de la condición de la mujer en los países musulmanes.
En
algunos países, las mujeres no cuentan; se limitan a padecer una existencia que
incluye abusos y atropellos inimaginables: matrimonios a la fuerza, esclavitud
sexual, ejecuciones crueles y sumarias. Esta es la historia verídica de una
mujer nacida en la opulencia de la familia real de Arabia Saudí y que tuvo el
valor de desafiar las normas y tradiciones que la obligaban a vivir en una
jaula dorada. La princesa Sultana poseía cuatro mansiones en tres continentes,
un jet privado y una incalculable fortuna. Pero no tenía libertad ni control
sobre sus propios actos. Oculta tras su chador, era una prisionera, y los
carceleros sus padres, su esposo, sus hijos. Aun a riesgo de ser condenada a
muerte, Sultana revela la terrible opresión padecida por las mujeres saudies de
todas las extracciones sociales. Y lo hace con honestidad y detalle,
describiendo su calvario personal y las arbitrarias circunstancias que lo han
hecho posible... Testimonio real de una mujer de gran coraje, Sultana es un
esclarecedor retrato de la dura realidad de la condición femenina en el mundo
árabe.
Fragmento
“La Guerra del Golfo para liberar a Kuwait resultó ser, además, una guerra de conflicto agudo y creciente entre los hombres y mujeres de Arabia. Donde les mujeres vieron una esperanza de cambio, los hombres sintieron el temor ante cualquiera mudanza de una sociedad que difiere poco de la de hace dos siglos. Ni padres, ni maridos, ni hijos sentían deseo alguno de desafiar a las fuerzas radicales religiosas defendiendo los derechos de la mujer. En Arabia, la causa de la libertad femenina se marchitaba por una reacción de los sacerdotes extremistas, pues la llegada de las tropas extranjeras había delimitado su poder. La promesa que hicieran los sacerdotes de reaccionar con dureza había extendido el miedo a todo el país. Desgraciadamente, en 1992 las mujeres saudíes se vieron obligadas a retirarse a las trincheras de ayer.”
Comentario
Las mujeres allí no tienen libertad, una de las muchas cosas que me ha sorprendido ha sido que a partir de que les viene la primera menstruación, les obligan a ocultar su rostro y no se les puede ver nada; aparte de esto, también les obligan a casarse con la persona que su padre haya elegido, a veces sólo con nueve años las casan con hombres de cincuenta, sesenta…
Me ha impresionado mucho la crueldad con que actúan para castigar a las mujeres por faltas que aquí, en occidente, no serian tales. Es un abuso, actúan bajo la impunidad de la interpretación radical del Corán, apoyados por los sacerdotes extremistas, que tienen mucho poder, tienen a la sociedad bajo una amenaza de terror por ofender a Alá.
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