Lewis Carroll es el seudónimo del verdadero autor de Alicia en el país de las maravillas: Charles Lutwidge Dodgson. Nació el año 1832, en Daresbury (Reino Unido) y murió a los sesenta y cinco años. A parte de escritor, también era matemático y fotógrafo. Empezó escribiendo poesía satírica y humorística que enviaba a varias revistas para que sus escritos fueran publicados, pero nada le dio tanto éxito como Alicia en el país de las maravillas. Después de escribir esta fantástica novela, publicó su segunda parte en el año 1871: A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, que podemos denominar como cuento infantil. Ha habido un debate muy grande sobre la posibilidad de que Dodgson hiciera uso de drogas psicoactivas, aunque no existe prueba alguna que afirme esta teoría. No obstante, hay mucha gente que considera probable que el autor utilizase de vez en cuando "láudano", un analgésico que se consumía normalmente en la época y que ayudaba a apaciguar el dolor de la artritis (enfermedad que Carroll sufría). Por otro lado, algunos han creído ver en las alucinaciones que padece su personaje, Alicia, una referencia a las sustancias psicodélicas. Por ejemplo, en el caso de la Amanita Muscaria que produce macropsia (desorden que afecta a la percepción visual, haciendo que los objetos parezcan más grandes de lo habitual) vemos una relación en las variaciones de tamaño que sufre la niña al ingerir trozos de seta.
Argumento
La novela cuenta las aventuras de una niña a la que se le aparece un conejo blanco que la llevará a descubrir un mundo totalmente mágico y sobretodo muy extraño.
El caso es que la niña sigue al conejito por un túnel que termina en una pequeña habitación, dónde padecerá de algunos cambios de tamaño debido a la ingestión de un pastel y un líquido un poco raros. Cuándo consigue, por fin, salir de aquel aposento, irá conociendo a los diversos personajes que la acompañarán en aquel viaje fantástico que acabará por ser un sueño.
Fragmento
-¿Me podrías indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?
- Eso depende de a dónde quieras llegar-contestó el Gato.
-A mí no me importa
demasiado a dónde… -empezó a explicar Alicia.
-En ese caso, da igual
hacia a dónde vayas-interrumpió el Gato.
-…siempre que llegue a
alguna parte-terminó Alicia a modo de explicación.
-¡Oh! Siempre llegarás a
alguna parte-dijo el Gato-, si caminas lo bastante.
A Alicia le pareció que
esto era innegable, de forma que intentó preguntarle algo más:
-¿Qué clase de gente vive
por estos pajares?
-Por ahí –contestó el
Gato volviendo una pata hacia su derecha-, vive un sombrerero; y por allá
–continuó volviendo la otra pata-, vive una liebre de marzo. Visita al que te
plazca; ambos están igual de locos.
-Pero es que a mí no me
gusta estar entre locos –observó Alicia.
-Eso sí que no lo puedes
evitar –repuso el Gato-; todos estamos locos por aquí. Yo estoy loco; tú
también lo estás.
-Y ¿cómo sabes tú si yo
estoy loca?-le preguntó Alicia.
-Has de estarlo a la
fuerza –le contestó el Gato-, de lo contrario no habrías venido aquí.
Comentario personal
La verdad es que cogí este libro por la curiosidad que sentí después de haber visto la película de Tim Burton un día que estaba demasiado dormida como para poder enterarme de lo que realmente iba la historia. Porque a pesar de que sea un libro fácil de estructura, no lo es de comprensión (para muchos no la tendrá), y es justamente eso lo que me ha hecho pensar que este libro es especial, porque la coherencia la tienes que encontrar tú por mucho que después, al acabar el libro, te des cuenta de que no la tiene. Tienes que intentar buscar el significado o la moraleja de los diálogos que mantienen Alicia y los animales locos, la verdad es que es lo único por lo que he continuado leyendo hasta el final. La recomiendo, aunque muchos ya la hayan leído, está bien y es muy divertida, diferente y con un punto de magia que no he encontrado en ninguna otra novela.
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